En cuestion de segundos.

Silueta mojada, no me hace falta masticarte, sé muy bien qué color vas a tener cuando digas que el equivocado soy yo.

Por eso decido declararme culpable de cargos irrazonables, vivir con la fiebre violenta, nada me hará mejor, solo apretarte entre mis muelas y declararte peligrosa.

Así tampoco lo entenderías, pero es suficiente para cerrar el trato, te quedas con los premios de otro ganador, y en tu cabeza la mejor corona de plástico.